Lactancia Materna: un buen comienzo

En agosto os contábamos que se celebraba la Semana Mundial de la Lactancia Materna, y esta semana se celebra en Europa. Enlazando con el lema de este año, “Lactancia Materna: pilar de vida” he pensado que podíamos recordar cuáles son los pilares de la lactancia materna, qué cosas son fundamentales para asegurar una lactancia exitosa.

La información es poder

Lo primero es informarte. Antes las mujeres habíamos visto amamantar a nuestras madres, tías, primas, vecinas, ya desde niñas. Dar el pecho era algo habitual, y desde pequeñas estábamos familiarizadas con ello. Pero la realidad hoy en día es bien distinta: cuando tenemos a nuestro bebé en brazos por primera vez apenas hemos compartido con otras mujeres su lactancia y crianza, y lo que antes era algo natural ahora se ha olvidado y se ha convertido en algo que tenemos que re-aprender.

Lo mejor es informarte desde el embarazo, no esperar a que nazca tu bebé porque entonces es probable que tengamos mil cosas más. Y la mejor forma de aprender no es leyendo y viendo vídeos (que también); la mejor forma es ver a otras madres y bebés lactando, escuchar sus necesidades, sus vivencias, sus trucos, sus dificultades… Así que te animamos a acudir a un grupo de crianza, como nuestra tribu, para compartir y conocer de primera mano cómo son los inicios de la lactancia materna.

Cómo influye el parto en la lactancia materna

La forma de parir y de nacer influye en el inicio y establecimiento de la lactancia. Por un lado,el clima hormonal en el momento del parto-nacimiento es único tanto en la mamá como en el bebé, y está diseñado para conseguir un buen establecimiento del vínculo y un buen inicio de la lactancia. Por otro lado, el bienestar físico y emocional de la díada mamá-bebé es un factor determinante para que el inicio sea más fácil: no es igual dar el pecho a tu bebé cuando te has sentido bien cuidada que cuando el trato no ha sido tan adecuado,  física y emocionalmente.

En resumen, podemos decir que cuanto menos intervenido sea un parto y más cuidada y respetada se haya sentido la mamá, más rodada irá la lactancia. Así que pregunta en tu hospital cuáles son sus rutinas y protocolos, tasas de inducciones y cesáreas, si te separan en algún momento del bebé, y todo lo que creas que puede ser importante para vosotros. De todo esto también hablamos en nuestra preparación para el nacimiento y la crianza.

Contacto piel con piel 

Una vez que nazca tu bebé, el mejor sitio donde puede estar es sobre tu pecho, en contacto directo piel con piel, durante al menos dos horas. Este contacto tiene múltiples beneficios para ambos, de los que hablaremos en otro post,  y uno de ellos es que facilita el inicio de la lactancia materna. Es tan importante este primer contacto que ya se realiza en varios hospitales incluso en cesáreas.

En contacto piel con piel, la mayoría de los bebés consigue agarrarse al pecho en los primeros 60-70 minutos, y esto lo hace espontáneamente y sin ayuda (si le dejamos). En esa posición el enganche suele ser asimétrico, que es el adecuado para que no haga daño y la leche (o calostro) fluya sin problema. Y está demostrado que los bebés que hacen la primera toma al pecho dentro de la primera hora de vida tienen menos dificultades con la lactancia posteriormente.

Los primeros días con lactancia materna

Pero ese contacto piel con piel no sólo es importante durante las primeras dos horas. El recién nacido, como cualquier cría mamífera, necesita estar pegado a su madre para sobrevivir. El ser humano ha evolucionado y un bebé no corre peligro vital por estar sólo en una cuna, pero él o ella no lo sabe. Por eso es importante prolongar el piel con piel todo lo que sea posible.

Y nuestra naturaleza más básica tampoco ha cambiado. Por eso, si mantenemos un contacto estrecho con nuestro bebé (piel con piel, colecho, porteo…), en seguida aprenderemos a reconocer sus señales y anticiparnos a sus necesidades. Estos primeros días tomará muy a menudo, ponle al pecho tantas veces como te pida, sin limitar ni el número ni la duración de las tomas. Aunque es cansado, es como una inversión a corto plazo: cuanto más tome esos días, más receptores de prolactina se activarán, y más fácil será para tu pecho fabricar leche después.

Y no utilicéis chupetes ni tetinas hasta que la lactancia esté bien instaurada. Si tu bebé necesita suplemento, hay otras formas de dárselo.

Busca apoyo para tu lactancia

Como decíamos al inicio, las mamás de ahora (ni los papás, ni otros familiares) no hemos tenido apenas contacto con otras mujeres lactantes. Esto ha provocado que esa sabiduría que antes se transmitía “boca a boca” de mujer a mujer se haya perdido, y ahora tenemos que buscar información en otras fuentes.

Pero igual o más importante que esa información es sentirse apoyada. Si tienes claro que quieres dar el pecho a tu bebé díselo a tu pareja, familia, amigas y amigos. Así podrán apoyarte en tu decisión y ayudarte si se presenta alguna dificultad, sin recurrir al “no pasa nada por darle un biberón”.

Y si hay dificultades no esperes, pide ayuda cuanto antes. Generalmente se pueden solucionar con pequeños cambios fáciles de hacer, pero si se deja pasar el tiempo puede convertirse en motivo de abandono de la lactancia materna. Por eso las comadronas consideramos las consultas de lactancia como una urgencia. Y aquí aprovecho para decirte que LA LACTANCIA MATERNA NO DUELE , más allá de una molestia hasta que el pecho se acostumbre. Y si duele, consulta con tu matrona. Otros motivos por los que hay que consultar pueden ser si el bebé no hace pis o caca suficiente, si tienes una gran subida de leche y tienes dudas de cómo manejarla, o si tienes una zona del pecho roja, endurecida o inflamada. ¡Y ante cualquier duda que pueda surgir!

¡FELIZ LACTANCIA!

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