El postparto: esto también pasará

El final de año nos trajo los primeros bebés de Materna Yoga: nuestras alumnas de las clases de Yoga para embarazadas pudieron sostener  por primera vez a sus bebés en brazos. Y, como nos pasa  a la mayoría de mamás recientes, esto les hizo encontrarse también ante un gran desconocido: el postparto.

Y digo desconocido, porque aunque las matronas hablamos de ello sin parar, en la red  puedes encontrar un montón de post de mamás blogueras que lo cuentan, y hay un sinfín de información, cuando estás embarazada y te hablan del postparto parece que no va contigo. ¡Y vaya si va!

El postparto es ese periodo que comprende desde que nace tu bebé hasta que tu cuerpo vuelve a ser el de antes. O eso dicen los libros. Porque la verdad es que dura mucho más, incluso me atrevería a decir que toda la vida, porque realmente nunca vuelves a ser la de antes. No. Ahora eres MADRE.

En lo que sí estoy de acuerdo con los libros es que es un período de cambio. De transición. De recolocarse y re-conocerse.

Primero físicamente: tu útero, que durante 9 meses ha acogido amorosamente a tu bebé, tiene que volver a su tamaño original y curar esa herida que queda tras la salida de la placenta; tus pechos se transformarán ahora para llenar a tu bebé de leche y amor (de los inicios de la lactancia hablaremos en otro post); tu corazón, tus pulmones, todo tu ser se despedirá del cuerpecito que lo ha estado habitando. Y esta despedida, además de todos los cambios puramente físicos que conlleva,  supone un pequeño duelo: puedes echar de menos esos momentos tan íntimos en que sentías sus movimientos, esa sensación de que era algo único que sólo compartíais tu bebé y tú, sentir nunca estabas sola…

Pero hay un cambio aún más grande, que te afecta en tu yo más interno. Tanto que te miras al espejo y no te reconoces. Y quieres buscar a la mujer de antes, independiente, activa, segura, resolutiva… pero no la encuentras. Y eso también es un duelo, despedirte de tu otro yo. ¿Se ha ido realmente? Seguro que no, pero en los primeros días es difícil seguir su rastro.

Ahora sólo ves a una mujer que se siente insegura. Porque todo el mundo parece saber cómo hay que cuidar a un recién nacido menos ella: todos saben, todos opinan, todos hacen… y ella duda. Y se siente culpable por ello, ¿qué tipo de madre es? Pues yo os respondo: es la mejor madre del mundo.  ERES LA MEJOR MADRE DEL MUNDO PARA TU HIJX. Porque cuando consigas dejar de escuchar a los demás y empieces a escucharte por dentro, a ti y a tu bebé, a tu nueva familia, nadie mejor que tú va a saber lo que necesitáis. Esta conexión especial entre mamá-bebé no es algo “místico”, tiene una explicación neurohormonal preciosa, pero también muy sensible a lo que pasa alrededor.

Primer consejo postparto: haz lo que funcione para vosotrxs, estará bien.

Por eso no digo que sea fácil, y por supuesto la gente va a seguir opinando, pero si consigues acallar todo el ruido externo y sólo escuchar tu instinto sabrás que estás haciendo lo que es mejor para vosotrxs. Ya sea dormir con tu bebé en la cama o sacarlo a pasear alas 23h en el coche; tenerle todo el día enganchado a la teta o darle un bibe de fórmula;  portearle 20 horas al día o dejar que la abuela se lo lleve un rato de paseo mientras tú duermes (o te duchas, o  te depilas, o ves un reality, o…).

Y aquí va nuestro primer consejo: haz lo que funcione para vosotrxs, estará bien. Aunque todos los libros que has leído en el embarazo dijeran lo contrario. Estas primeras semanas son de adaptación, de conocerse y sobrevivir al impacto de tener a una personita que depende totalmente de ti. Y esa responsabilidad puede resultar abrumadora y convertirse en culpa. No dejes que esta sensación , tan habitual en la maternidad, te invada. Relájate. Cometerás errores, como todxs en esta vida; permítete perdonarte. Con el tiempo aprendes a relativizar y te das cuenta de que no todas tus decisiones serán determinantes en la vida de tu bebé. Por suerte (casi) todo es reversible. Y ahora estás en “modo supervivencia”.

Segundo consejo postparto: busca ayuda y cuídate.

A este “modo supervivencia” hay que sumarle la falta de sueño, la debilidad, el cansancio, el dolor del periné, las dificultades-molestias-dolor de la lactancia…

Todo esto en una sociedad que lo que valora es la independencia y que seas autosuficiente para resolver tú sola tus propias dificultades.  ¿Y CÓMO HAGO ESO AHORA? Muy fácil, no puedes.  Segundo consejo: busca ayuda y cuídate. No te conformes con “es normal sentirse así”. Tu bebé necesita que estés bien, que descanses, te alimentes y te cuides. Y no puedes hacerlo sola, pide ayuda: tu pareja, tu familia, tus amigas, tu matrona… Todxs debemos estar ahí PARA TI, y así tú podrás estar para tu bebé.

Tercer consejo postparto: busca tu tribu.

Porque si decíamos que la culpa es la habitual compañera de viaje de la maternidad, la soledad no lo es menos, como nos recuerda Beatriz de Cantando a Mamá en su tema “¿Quién está ahí?

La sociedad occidental es la única que cría en la soledad de la familia nuclear. El resto lo hace en tribu. Así que ahí va el consejo más importante de este post: BUSCA TU TRIBU. Ya sea un grupo de mamás en el parque, o tus compañeras de las clases de embarazo, o las vecinas del  bloque… busca un grupo de mamis que estén pasando por lo mismo que tú. Un grupo donde desahogarte, llorar, reír, escuchar, aprender, compartir, comprender…  Donde recuerdes que no estás sola, que miles de mujeres han pasado, están pasando, y pasarán por las mismas luces y sombras que tú mientras observan a sus bebés dormir, o cuando les observan llorar y lloran con ellos. Un grupo donde recuerdes que ESTO TAMBIÉN PASARÁ.

Porque, como no se cansa de repetir Bei M, “los días son largos, los años cortos”.  Y un día parpadearás y ese recién nacido que te pedía teta cada 20 minutos se habrá convertido en un bebé que gatea, que explora, que se come la vida “a bocaos”. Y otro día abrirás los ojos y verás en el espejo un reflejo familiar, que te recordará a la mujer que eras antes, independiente, activa, segura, resolutiva… pero no, no será esa mujer. Porque esa mujer ha dado paso a otra, un poco distinta, más sabia, más fuerte.  Es la misma, pero en una nueva versión. Mejor.

Bienvenida a la maternidad.

Si estás atravesando tu postparto puedes acercarte a Materna Yoga y compartirlo con nosotras,
todos los miércoles a las 11h en nuestra Maternatribu. ¡Te esperamos!

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