La estimulación musical es como un gimnasio para el cerebro y aporta multiples beneficios en muy diversos planos: cognitivo, psicomotriz, emocional y social. Cada día que pasa la ciencia nos proporciona pruebas visibles de que la música repercute e influye en las personas.
En musicoterapia y estimulación musical, el objetivo no es hacer una gran obra: el sentido “estético” es lo de menos. A modo de ejemplo, no se trata de que un niño aprenda a tocar un tambor y lo haga muy bien, sino de que a través de dicha actividad se cumplan otros objetivos que beneficien su desarrollo (psicomotricidad, concentración, coordinación, expresión de emociones, autoestima, vinculos sociales…) El papel de la música en estimulacion es muy importante: sólo hay que fijarse en la gran cantidad de juguetes musicales que se venden para bebés, y en la tendencia instintiva de cantar “nanas” en todas las culturas, para calmarles. La estimulación musical despierta la emoción y la inteligencia de los niños, y es una fuente de placer y de calidad de vida. Desde la libertad expresiva, la creatividad, el disfrute y el juego.
Trabajar con el sonido permite a los niños ejercitar diferentes zonas del cerebro, percibir y aprender sobre del mundo que les rodea, favorecer su desarrollo y les aporta habilidades de escucha y
pensamiento, sensibilidad y creatividad, desarrollo del lenguaje, psicomotricidad, socialización, confianza, seguridad y autoestima. Además, contarles historias estimula su atención y comprensión, el lenguaje, el pensamiento y la empatía. El lenguaje es una adquisición precedida por la mímica, la gestualidad, los objetos y la voz. Estimular este lenguaje preverbal permite la aparición del lenguaje y favorece el desarrollo del esquema corporal, noción de espacio, sistema perceptivo y el poder de análisis.
Trabajamos desde la libre experimentación, el respeto, el afecto, la complicidad y la diversidad. Y lo hacemos de una manera lúdica, a través de un sinfín de juegos musicales, canciones e historias que crean un entorno seguro y natural de comunicación, disfrute y expresión. En los talleres, Adri Ánmar utiliza elementos e instrumentos musicales muy atractivos para los niños, que no pierden su atención. Cuentos, marionetas, o pañuelos de colores pueden sorprender y convivir con una guitarra, un cuenco tibetano o un mogollón de instrumentos de pequeña percusión. Algunos de sus instrumentos son únicos, y hay que escucharlos no sólo con los oídos, sino también con el corazón. Instrumentos que son, como decimos a los más pequeños, un poco “mágicos”.
En los talleres en familia, los protagonistas son los más pequeños, pero acompañantes adultos también podrán divertirse, y descubrir una actividad diferente que ayude a fortalecer el vínculo familiar y desconectar de la rutina. Niños y niñas agradecen la presencia de sus familias para disfrutar con la máxima tranquilidad, y permitir que con la música surjan momentos de felicidad en familia.
La música aporta a los bebés un espacio seguro donde vivir emociones fuertes y explorar la vida, y promueve de una manera divertida y natural la actividad motora y una gran variedad de respuestas, sensaciones, conocimiento, comunicación y socialización. En la música e interacción con niños muy pequeños no hay que tener miedo al silencio. Es importante dejar espacio para sus respuestas, dejar que se expresen, dando tiempo a sus reacciones.
Para arrancar la temporada, hemos programado un total de 3 sesiones en sábados a lo largo del primer trimestre del año:
- 8 de Febrero
- 29 de Febrero
- 21 de Marzo
Crearemos 2 grupos en función de las edades de los participantes.
- A las 10:30h los más pequeños, bebés desde 3 meses hasta que empiecen a andar (12/15meses aproximadamente).
- A las 12:00h niños y niñas de 15 meses a 3/4 años.
El precio del primer taller es de 15€ (niñ@ + adulto acompañante) y 5€ por persona adicional.
El ciclo completo son 40€, puedes venir el primer día y pagar la sesión individual y si os apuntais al ciclo, se podría abonar la diferencia.*
Para más información… llamanos! ¡Saludos musicales!
