8 de marzo: yo paro

Mañana es 8 de Marzo, el Día de la Mujer, y yo (Beatriz) paro. Y si nosotras paramos, se para el mundo.

Yo paro: huelga de cuidados

Paro para poner la vida en el centro. Porque la base para que esta sociedad funcione son unos cuidados de calidad. Cuidar la infancia, la vejez, a las personas dependientes. A las familias.  Y no se reconoce su importancia, ni social ni económicamente; al contrario, se invisibiliza. Y son una tarea imprescindible para el bienestar y la sostenibilidad de la vida. Para que una persona pueda trabajar de ocho a ocho necesita que otra persona se ocupe de sus necesidades básicas (comprar comida, prepararla, mantener la casa). Y todos estos cuidados son proporcionados en su mayoría por las mujeres.

Este 8 de marzo yo paro de cuidar, pero, a la vez, reivindico la importancia de los cuidados, para que se conviertan en una responsabilidad social, compartida y  redistribuida.

Yo paro: maternidad

Paro porque, a la vez que se ensalza la maternidad, nos penaliza en el mercado de trabajo, nos perjudica a la hora de que nos contraten, de mantener el puesto de trabajo y de promoción. Paro para que la maternidad deje de ser un obstáculo para acceder al empleo y para que la atención a los hijos e hijas sea equitativa.

Paro porque el tiempo que decido quedarme en casa con mis peques está condicionado por la necesidad económica. Y yo soy afortunada y he podido alargar unos meses mi tiempo con ellxs tras el mísero permiso de maternidad de nuestro país, pero no todas tiene la misma suerte. Paro para que todas las mujeres puedan quedarse con sus criaturas al menos 6 meses, y mantener la lactancia exclusiva el tiempo que recomiendan la OMS y otras asociaciones profesionales.

Yo paro: por el futuro

Paro porque quiero una igualdad REAL, para todas las mujeres, para mí y para mi hija. Para que ella pueda decidir libremente qué quiere ser, qué quiere hacer con su cuerpo y con su vida.  Para que crezca libre de presiones sobre lo que “debería ser” o “cómo debería comportarse”. Para que pueda aspirar a llegar a lo más alto, y llegue si es lo que quiere. A donde quiera. Con quien quiera. O sola. Sola y sin miedo. Para que se ponga un tanga o unos vaqueros y que no importe. Tacones o deportivas. O tacones y deportivas. Para que disfrute de su vida y de su cuerpo sin etiquetas. Para que AME sin etiquetas. Y con mayúsculas. Para que cobre lo mismo que su compañero. Para que tenga las mismas posibilidades de llegar a puestos de responsabilidad. Para que pueda elegir si quiere o no ser madre. Y si decide serlo, que no sea a costa de su vida profesional. Y si decide no serlo, que no la etiqueten de egoísta o menos mujer. Para que decida el tipo de mujer que quiere ser, sin clichés. O de hombre. O simplemente, persona. Para que no espere príncipes que la salven. Que si lo necesita, se salve sola. Pero, por favor, que no lo necesite. Para que crezca libre, segura, fuerte, independiente, respetada, valorada. Yo paro ahora para que en el futuro ella pueda avanzar más rápido. Y lo mismo para mi hijo.

Yo paro porque me sobran los motivos. ¿Y tú? ¡Paremos el mundo!

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